Dejé que el agua caliente vaya muy lento, con apenas un ligero chorrillo, llenando la taza en la que me preparaba un te. El color amarronado del saquito empezó a diluirse y un ligero aroma, apenas perceptible, pasó por mi nariz. Agarré una cucharita y probé. El sabor terroso se paseó por mi boca. Cerré los ojos y respire olisqueando el aroma que desprendía la taza. Todo estaba bien. Puedo disfrutar de un te negro, me dije, otro día más en el que puedo disfrutar de un te negro, repetí, como queriendo exorcizar ese miedo que me ronda a que la anosmia o la disgeusia me priven de estas minucias placenteras que tiene mi vida.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
jueves, diciembre 10, 2020
miércoles, octubre 28, 2020
Emergencia
Saltó por la ventana del segundo piso del hospital, dice la noticia. No encontró, no buscó, o (desbordado por la desesperación) creyó ver en ese vacío una salida de emergencia...
viernes, agosto 14, 2020
martes, julio 21, 2020
Procesión
El miedo a quedar aislado se pasea por la avenida como una procesión de los que necesitan creer en algo pero se quedaron sin fe.
lunes, marzo 23, 2020
500 años de qué...
"Enero de 1520. Sufrimos una terrible tempestad en medio de estas islas, durante la cual los fuegos de San Telmo, de San Nicolás y de Santa Clara se dejaron de ver muchas veces en la punta de los mástiles, y al desparecer, al punto se notaba la disminución del furor de la tempestad.
19 de mayo de 1520. Puerto de San Julián. Alejándose de estas islas para continuar nuestra ruta, llegamos a los 49º 30" de latitud meriodional, donde hayamos un buen puerto, y como el invierno se aproximaba, juzgamos a propósito pasarlo allí."
19 de mayo de 1520. Puerto de San Julián. Alejándose de estas islas para continuar nuestra ruta, llegamos a los 49º 30" de latitud meriodional, donde hayamos un buen puerto, y como el invierno se aproximaba, juzgamos a propósito pasarlo allí."
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Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
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Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
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Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella...