En ese tiempo, mi única expectativa, era, publicar en el
blog. Dejé de ocuparme de la realidad y empecé –de a poco- a incursionar en la
ficción. Pero no era tan fácil. Probé asociar los textos con fotos que yo mismo
tomaba y las visitas del blog se incrementaron. ¡Que buenas fotos! Decían
algunos comentarios y yo, volvía a leer el texto, y, con ello, volvía a darme
cuenta que a mi escritura le faltaba algo.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
miércoles, junio 18, 2014
martes, junio 17, 2014
Escribir IV
Recuerdo que en el 2005 cuando estaba sin trabajo, en cuarteles de
invierno como acostumbran a decir cuando te salís del sistema, empecé, en este blog, a hacer catarsis de todo eso que saturaba mi cabeza de realidad. Subía
dos o tres post por día en los que opinaba, críticamente, acerca de las cosas
que nos pasaban. Fue ahí que empecé a darme cuenta, al volver a leerme, que
´-muchas veces- los textos que subía, eran un desastre. Había errores
ortográficos, de redacción y muchas veces, por la forma en que estaban
escritos, no decían lo que me había propuesto decir, o lo peor, no decían nada.
lunes, junio 16, 2014
Escribir III
Desconocía esta faceta tuya, suelen decirme, cuando me ven en algun encuentro literario. Tratando de no tomarme
muy en serio, respondo, que yo también la desconocía, que nunca había imaginado
que podía narrar historias y que otros fueran a leerlas.
domingo, junio 15, 2014
Escribir II
Escribir es fácil. Lo difícil es corregir. Leerse y darse
cuenta que amontonando palabras no se llega a ningún lado. Seleccionar párrafos
completos y apretar suprimir. Alimentar la papelera de reciclaje con textos que
te parecían buenos y que, pasado un tiempo, te dan vergüenza.
sábado, junio 14, 2014
Escribir
No resulta fácil explicar por qué te levantas a las cuatro
de la mañana y te pones a escribir. Tu mujer te mira raro. Tus hijos te dicen
que te agarró el viejaso. Más difícil aún es tratar de explicar que estas
escribiendo un cuento y que justo, a esa hora, se te apareció un personaje que
podría darle a tu historia algún sentido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
-
Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
-
Una puñalada, dos puñaladas, tres puñaladas, cuatro puñaladas, cinco puñaladas; el forense hizo una pausa, levantó la mirada como buscando...
-
Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella...