Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella es un poco más baja, lo que le permite a él cruzarle el brazo derecho sobre la espalda y sostenerla arrimada a su cuerpo. Ella lo lleva agarrado por debajo de la espalda. Hablan mirándose a los ojos. Ella tiene toda la atención puesta en él. La mirada, de abajo hacia arriba, concentrada en la escucha, la empequeñece un poco más de lo que realmente es. ¿Cómo será el vivir así, el uno aferrado al otro, sin espacio para nadie más? Tendrán unos cuarenta años, aunque ella parece más joven. Siguen caminando. Si no lo hicieran, sí detuvieran la marcha, tranquilamente podrían completar el abrazo, besarse y quedarse así, ensimismados, en su propio mundo, ajenos a los flamencos, a los cisnes, y patos que pueblan la bahía, y al paisaje de lagos y montañas cubiertas de nieve que los rodea.
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Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
jueves, agosto 10, 2023
domingo, agosto 06, 2023
jueves, agosto 03, 2023
Témpano
Nadie presenció el desprendimiento,
ni escuchó
el sumergir estruendoso
de la masa de hielo.
Cuando emergió,
a sus azules transparentes
solo los acompañó
el silencio.
Después,
por un instante,
todo fue quietud,
una glaciar quietud,
que se rompió
con el soplo de un viento.
Arrastrado
por la inercia lacustre
se desplazó
pesado
lento
hacia un destino incierto.
Navegó (o creyó hacerlo)
alimentando,
con su involuntario deshielo,
la sed del lago
incrustado en medio del desierto.
Tuvo (se podría decir)
una existencia sin testigos
un pasar
sin que nada,
ni nadie,
diera fe de ello.
miércoles, agosto 02, 2023
Perdido
La cabeza gacha
no alcanza a amortiguar
el viento frio de la mañana
La cabeza fría
no ahuyenta
los pensamientos turbios
que la mente enfrasca.
El cielo atardecido
aún está ahí.
Mis
ancestros
alzaban la mirada
buscando en lo alto
señales
que tranquilizaran
su terrenal existencia.
Yo,
ahora,
miro al cielo y me digo
que,
sí tuviera
un poco de fe
o si aún conservara algo de
esa inocencia de niño que recuerdo haber tenido,
tal vez,
en mis sueños
no andaría tan perdido.
martes, agosto 01, 2023
La rama
La Rama número 9 ya está disponible para leer y descargar gratuitamente (pdf) en revistalarama.com
Para quienes la quieran en papel, también está la opción en revistalarama.com
¡Que la disfruten y compartan!
lunes, julio 31, 2023
Alma
Si cada cuerpo
alberga una eternidad
que llamamos alma,
por qué temerle tanto
a la muerte....
No digo resignarnos
pero si aceptarla, reconocerla,
asumirla como parte de la existencia
para poder vivir.
domingo, julio 30, 2023
Decir
En mis pesadillas
sueño,
despierto,
que mi cuerpo
se ha vuelto una guarida
en la que se refugian
las palabras
que no supe decir.
Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
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Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
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Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella...
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Cuando reflexionamos sobre las cuestiones a tener en cuenta a la hora de formular proyectos sociales que puedan ser considerados exitosos en...