Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...
Forma y fondo de un terrorista social, como la realidad se impone a la fantasía no podemos reírnos de semejante rufían, hoy día denominados "hooligans" chocante su falta de criterios morales, desconoce la ética política, desconoce la autocritica, si sus exabruptos son de mal gusto. No entiende que no es el dueño sino un empleado del pueblo argentino, que se le paga por administrar bien el patrimonio no para q lo regale a las bestias q que por brutales métodos están en el poder pero que no convencen. Que si ha sido elegido x 4 veces, fue por 1 minoría q x el terror se impuso a la mayoría. Desde su posición en todos estos años debería haber aprendido que sus decisiones nos afectan a todos, que si hay agua suficiente no es para dilapidarla sino para cuidarla (con ese criterio de que si hay agua es pq no hay suficientes habitantes, le exigimos que si tiene dinero es pq los conciudadanos no tienen así que aplicando su medicina, que lo reparta y así habrá suficiente para todos)
ResponderBorrarNo tiene conciencia, carente de juicio por su verborrea deducimos que NO es ni medianamente inteligente, pura materia en bruto, vamos que entre un asno y él seguro q el borrico no rebuznaría tantas sandeces, para justificar su servilismo Si el asunto no fuera tan grave, quizás le buscaríamos un punto de humor a este bufón residuo execrable de la corte menemista y continuadora en el poder.