Si cada cuerpo
alberga una eternidad
que llamamos alma,
por qué temerle tanto
a la muerte....
No digo resignarnos
pero si aceptarla, reconocerla,
asumirla como parte de la existencia
para poder vivir.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
Bo nos enseñan a no temerle a la muerte. Vaya cultura del fasto y la materialidad. Las culturas antiguas como la Azteca, hablaban de la vida como puente a una real existencia en la muerte, a una vida verdadera. Un abrazo. Carlos
ResponderBorrarTendremos que desaprender lo que nos han enseñado para afrontar la vida de otra manera.
ResponderBorrarDijo Ramón Lobo que la muerte es un problema si no has vivido la vida
ResponderBorrarPuede ser así, puede que haya gente que viva como si no se fuera a morir y se muera sin haber vivido.
ResponderBorrar