"No vayas por donde te lleva el camino.Anímate a ir por donde no hay senderoy deja tus propias huellas"
“Todos los políticos son para la gente lo mismo, no son parte de la comunidad, están ajenos a ella y necesitan de ella sólo para acceder al poder o para mantenerse.”
Esta es una afirmación que se puede compartir o no, pero que en general es la idea que desde la gente se percibe de lo político, lo que se conoce de la política está mayormente vinculado a la corrupción, a los manejos personales para beneficiarse, al acomodo, y a cuanto mal uno se pueda imaginar.
Romper con esa imagen es hoy todo un desafío, ya que obliga a los que se propongan hacerlo a buscar una manera diferente de vincularse con sus vecinos, que les permita diferenciarse claramente de los aportan diariamente con sus acciones a la conformación de esa imagen negativa que hoy se tiene de la política.
La crisis (del latín “volver a empezar”) que atraviesa nuestro sistema político se puede revertir, apuntalándola en los procesos políticos positivos que se viven en el contexto nacional y provincial.
“Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen refugios y se esconden....
Otros levantan molinos
Y se hace la luz....”
Liderar el proceso de Cambio
Para poder liderar nuestra vida, nuestros sueños, necesitamos hacer una profunda reflexión sobre el rumbo que queremos seguir, sobre los recursos que tenemos, sobre quienes nos acompañan en el camino y, en base a nuestras experiencias pasadas, ver qué podemos cambiar, aprender, crear, para lograr esos resultados que nos importan.
Para ello es necesario comenzar a preguntarnos: ¿Hacia dónde voy? ¿Quién me acompaña? ¿Qué estoy necesitando para comenzar a construir el futuro que quiero? ¿Tengo la confianza suficiente como para seguir en mi camino? ¿Puedo aceptar los obstáculos y contratiempos como parte del proceso?
El nuevo líder es un verdadero generador de procesos de cambio donde ciertas cosas ocurran, sin presión, sin empuje, sin manipulación, casi como si fuera natural que ello esté sucediendo. Y este nuevo tipo de liderazgo, sin duda, puede aprenderse.(Pablo Buol)
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
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