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Arte


“La política es el arte de juntar plata de los ricos y votos de los pobres” dijo Groucho Marx y como en tantas otras definiciones no se equivocó en nada.

Claro que este arte requiere de algunos extremos mínimos para que realmente pueda practicarse como tal: que haya pobres, que haya ricos y fundamentalmente que haya políticos que estén dispuesto a sacarle provecho a esta situación.

En la Argentina de los noventa, el menemismo, construyó un paradigma político en este sentido, a partir de la premisa de poner al Estado a su servicio, transformando las decisiones publicas en una maquina de fabricar pobres y de enriquecer a unos pocos, lo que conformó un circulo vicioso, que casi termina arrasando con nuestro golpeado país.

El Calafate, por la existencia de muchas empresas familiares y de pequeños y medianos empresarios, las posibilidades de practicarlo, estaban hasta no hace mucho, muy acotadas. Pero nadie desconoce que una de los cambios más significativos que vivió la ciudad en esta ultima etapa de Méndez es –en desmedro de los clásicos sectores medios de la ciudad- la consolidación de estos dos elementos básicos para estructurar un proyecto político que les garantice continuidad en el poder.

“Pocos ricos y muchos pobres” parece ser la ecuación prefecta para garantizarle a Julián un buen resultado electoral.

Ahora bien, depende de nosotros el resultado. 

O nos damos cuenta del riesgo que esto representa para el desarrollo de la ciudad y buscamos una alternativa superadora o nos preparamos para las consecuencias cuyos síntomas ya se comienzan a percibir en la actual gestión Méndez.

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