Ir al contenido principal

Nada

Estas molestas por algo, preguntó él. No, dijo ella y siguió tecleando palabras sin sentido en su computadora. El bajó el volumen del televisor. Me vas a decir que no te pasa nada, insistió, ya un poco molesto. Si, dijo ella, es eso, me pasa nada y estoy como cansada de eso, que ya no pase nada. El portazo hizo temblar al departamento y él solo atinó a subir el volumen del televisor.

Comentarios

  1. Para nosotras "nada" siempre significa ALGO...

    ResponderBorrar
  2. ¡Qué torpe él! ¿no? Besos

    ResponderBorrar
  3. la entiendo perfectamente...aunque a mí nadie me pregunta

    lo suyo es bastante peor

    ResponderBorrar
  4. Ese "nada" es de lopeor que puede pasar...

    Saludos!

    ResponderBorrar
  5. "Nada" hace un ruido ensordecedor...

    Salu2

    ResponderBorrar
  6. La nada puede ser mucho, puede ser "todo"...

    Abrazos!

    ResponderBorrar
  7. son afirmaciones que nos avientan ante el terrible muro de la Nada.

    ResponderBorrar
  8. Uffff, esa conversación de suena! ¿Falta de comunicación? Qué va! Ya está todo hablado.

    Saludos
    Conchi

    ResponderBorrar
  9. NADA

    MUSIQUITA PARA ALEGRARSE LA VIDA

    ResponderBorrar
  10. Qué terrible es esa nada. Pero más terrible aún esa incapacidad para reaccionar y llenarla.

    Breve y muy bueno el texto, aunque doloroso.

    Un abrazo

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás