Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
domingo, junio 25, 2006
Derecho al reconocimiento internacional de las redes y organizaciones constituidas por los gobiernos locales y regionales y por las organizaciones de
Este derecho incluye tanto el reconocimiento por parte de la ONU y de todos sus organismos y programas, como de organizaciones mucho menos transparentes (Organización Mundial del Comercio o Banco Mundial). De este modo, la regulación de los procesos globalizados no la realizarán sólo los gobiernos de los Estados y los grandes grupos económicos.
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Zafar
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