Ir al contenido principal

La revalorización local

Desde la constitución de los Estados modernos, los poderes locales han sufrido un proceso contradictorio. Por un lado, los gobiernos de los Estados han ido invadiendo sus territorios por vías legales, administrativas y financieras; limitando sus competencias (hoy es difícil considerar que tengan competencias exclusivas en alguna materia) y asumiendo nuevas funciones (por ejemplo, en infraestructuras de transportes y comunicaciones, en seguridad ciudadana o en desarrollo económico) que los cambios sociales, económicos y tecnológicos hicieron necesarias.

Por otro lado, los gobiernos locales, por su proximidad, han sido más sensibles a estos cambios y a menudo han demostrado mayor iniciativa y eficacia para dar respuestas. Pero, sobre todo, evidenciaron más capacidad para actuar con flexibilidad y para innovar a la hora de crear instrumentos y mecanismos que respondan a los retos actuales.

Es que, además de la proximidad, el campo político del nivel local goza de otras ventajas comparativas como lo son la integración de políticas públicas, su adecuación a demandas heterogéneas, la cooperación y el control social, su adaptación flexible al cambio, etc. También hay que añadir otros factores que justifican la revalorización del nivel local: su estimación socio-económica y la demanda cultural de identidad.

Actualmente, el concepto de economía nacional (estatal) ha perdido mucho significado en tanto las políticas macroeconómicas empezaron a ser determinadas por ámbitos y organismos supraestatales (Organización Mundial del Comercio, Unión Europea, etc.) y las microeconómicas, por empresas que gozan de una gran libertad de movimiento y por heterogéneos comportamientos sociales.

Por otra parte, las condiciones de productividad dependen cada vez más del territorio local y regional, de sus equipamientos e infraestructuras, de su accesibilidad, de su imagen de marca y de su marketing, de su tejido industrial y educativo, de su oferta cultural, de la calidad de vida, del funcionamiento de los servicios públicos, de la agilidad de los trámites administrativos y de la calificación de sus recursos humanos. Es lo que se denomina la competitividad de ciudades y regiones, actualmente mucho más significativa que la de los territorios nacionales.

Paralelamente al proceso de globalización, se manifiestan dinámicas identitarias en ámbitos locales (de ciudad o pueblo, también de barrio, de comarca o de región)1 que responden, por un lado, a la necesidad psico-social de tener referentes culturales específicos en un mundo globalizado y homogeneizador, y referentes físicos, sociales y simbólicos que den visibilidad al territorio y al colectivo humano, que estimulen la integración en su seno.

Por otro lado, dan respuesta a la dialéctica que se genera entre las instituciones locales y la sociedad civil. Los gestores públicos promueven la identidad local mediante políticas descentralizadoras y participativas, creando espacios públicos y equipamientos colectivos, organizando fiestas populares y actividades culturales, monumentalizando los barrios, los centros y los pueblos. Por su parte, los colectivos sociales encuentran en la identidad local un elemento de cohesión y de reivindicación; pero también de integración ciudadana y de autoestima.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Vestigios

En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse.  Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno.  Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común.  La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente.  Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad.  En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...