Ir al contenido principal

Devolvé la bolsa


“Dejamos un municipio con Un millón de dólares ahorrados” repite Néstor Méndez, en cada oportunidad que tiene, como una forma de resaltar su capacidad de gestión. Lo que no explica nuestro Intendente Municipal, es, en qué se gasto los millones restantes, que el municipio recaudó por la venta de tierras y en especial en este último periodo.

La poca costumbre de rendir cuentas, parece comenzar a preocuparle al “jefe” comunal, que no escatima esfuerzos, para dejar muy claro a todos, que el único en condiciones de sucederlo, es su “amigo Osorio”, él que se muestra dispuesto a recibir el municipio “sin beneficio de inventario” como se acostumbra a aseverar en la jerga política.

En este sentido, adquiere un rol preponderante, el organismo de control con cuenta la comunidad y que en estos días de ha transformado en una incubadora de candidatos. Si, hablo del Concejo Deliberante, que debe tratar el presupuesto 2007 y seguramente aprobar las rendiciones del 2006.

¿Tendrán los concejales candidatos, la integridad necesaria como para poner sobre el tapete de los temas importantes de la comunidad, el desmanejo de fondos públicos que hizo esta gestión? A simple vista, parece que no, que no es este un tema que le preocupe a la sociedad, cuyas urgencias son más primarias, como la de acceder al agua potable cotidianamente.

El hombre de la bolsa

Pocas acciones públicas y de alto impacto, dicen que es la formula para comenzar a posicionarse políticamente en la cabeza de los vecinos. Y esa parece ser la formula del concejal Oyarzún, que al impulsar –a propuesta del supermercadista anónimo- la prohibición del uso de bolsas de polietileno, nos ha impuesto de una forma u otra a todos, la responsabilidad de ocuparnos de que como hacer para no salir del mercado con las compras diarias en las manos.

Lo llamativo de esto, es que algunos –en sintonía con la acción ambientalista- han comenzado a entregar bolsas de papel y esto que para muchos puede resultar razonable, no parece serlo tanto, a la hora de tener recontra verificado como contaminan las pasteras que fabrican el papel y como están quedando las zonas que proveen la materia prima para la cuestionada industria.

Pero lo importante aquí es que “el hombre de la bolsa” dejó a más de un aspirante a reemplazar a Julián en la Cámara de Diputados, literalmente “hecho bolsa”. Larga era la lista de postulantes, que aspiraban a acompañar al diputado gestionador, como candidatos a diputados por el pueblo de El Calafate y muchos de ellos no encuentran explicación, para el apuro con el que los conductores de Unidad y desconsolación, tomaron esta decisión.

Entradas más populares de este blog

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Vestigios

En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse.  Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno.  Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común.  La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente.  Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad.  En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...