Ir al contenido principal

La caída


Interesante la encuesta de Germano, más aún, si uno imagina que fue determinante a la hora de decidir que Néstor Méndez no podía ser candidato. En solo seis meses –siempre de acuerdo a lo sondeado por el consultor- nuestro Intendente Municipal despilfarró el 50% de su capital político, si, de septiembre de 2006 a febrero de 2007, no dejó error por cometer, de manera tal que para el 57% de lo encuestado, su imagen es regular o negativa.

Pero cual habrá sido el error de Méndez que más lo afecto? Y este ejercicio de hurgar en el historial de nuestro jefe comunal, que más que un diagnostico, a esta altura d e los acontecimientos resulta una autopsia, tiene su lado positivo, sobre todo a la hora de imaginar los comportamientos políticos de los candidatos a reemplazarlo.

“Para mi se equivocó con lo del Paso Zamora” comentaba entusiasmado un empresario local; “no, para mi, la pelea con la azafata y el consiguiente incidente en ese vuelo, lo dejaron mal parado” respondió un vecina que ejerce la docencia; “yo creo, que lo del Parque Belgrano, fue lo primero que le movilizó gente en contra” dijo confiada una arquitecta; “para mi lo de Lanata, lo fulminó” señaló en un funcionario municipal.

No voy a seguir –por ahora- con la larga lista de desaciertos de Méndez, que todos, de una manera u otra, ya conocemos. Si creo más interesante, comenzar a pensar que para algo nos tiene que servir, el tener clarito los errores de un funcionario público y es la posibilidad que tenemos en octubre, de votar para que estos errores no se vuelvan a cometer.

Por eso sería bueno, que los candidatos comiencen a decir, que piensan hacer con cada uno de estos temas. Que piensan del paso Zamora, que manejo se le debe dar al espacio público, como debe ser la conducta de un funcionario público, como hacer más transparente los actos gubernamentales y muchos temas más, que espero comiencen a ser parte de la agenda publica en los meses que vienen.

Entradas más populares de este blog

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...