Ir al contenido principal

Olvido X

Ese año pasó volando. Ella terminó la carrera. Fijaron fecha de casamiento. El ocho de agosto, es buena fecha, de paso nos ahorramos una fiesta y es el mejor regalo que voy a tener para mi cumpleaños, le dijo una tarde en el estudio, en donde comenzó a trabajar apenas recibida. A tu mamá le encantó el departamento y me dijo que estaba muy bien que sea de dos dormitorios, porque seguro que pronto se va a agrandar la familia. El, acompañaba el monologo de ella, casi sin hacer comentarios. De la alumna sencilla y tímida que un día levantó la mano en la clase para hacerle una consulta, ya no quedaba nada. En su casa, ella, con la complicidad de su madre, ocupaba todo el espacio familiar. En el estudio, con la complicidad de su padre, había comenzado a hacerse cargo de clientes importantes, clientes que él alguna vez creyó que –con el paso del tiempo- iba a heredar, pero que ahora, ella tomaba sin que medie explicación alguna. Una mañana fría de agosto, se casaron. Muy pocos invitados. Sus tíos de Entre Ríos no pudieron viajar. Están complicados con la siembra, dijo ella, seguro que apenas puedan van a venir a conocerte. Después no se habló más de ellos. Ni de nada que tuviera que ver con su pasado. Una vez, hablando de sus amigos de la secundaria, le preguntó si no tenía fotos de esos tiempos, de sus amigas o amigos de la infancia. Y ella, cruzándole el brazo por la espalda, le dijo muy suavemente al oído: mi amor, yo voy a ocuparme de mi pasado cuando no tenga futuro.

Comentarios

  1. AY ¡El pasado no puede ignorarse!!!! besos

    ResponderBorrar
  2. Si se vive de recuerdos, se envejece antes. Gran blog este ;)

    ResponderBorrar
  3. a mí ese hombre me da mucha pena, ésa es la verdad


    no lo veo disfrutando del paisaje, sólo aguantando el temporal, como el pajarillo de la preciosa fotografía

    ResponderBorrar
  4. Tampoco es cuestión de quedar "pegado" en el pasado, pero tampoco se puede obviar...

    No se, a mi me da "cosa" esa gambeteada con el pasado.

    Saludosss!!

    ResponderBorrar
  5. Mirar hacia adelante!! Aunque una ojeada en positivo sobre los buenos aprendizajes viene bien. Un abrazo

    ResponderBorrar
  6. "mi amor, yo voy a ocuparme de mi pasado cuando no tenga futuro."

    FANTÁSSSSSTICO... aunque tal vez poniéndone detallista diría: voy a ocuparme de mi pasado cuando not enga PRESENTE (porque soy fanática del HOY.)

    ResponderBorrar
  7. El futuro no existe, mejor atender el presente sin detenerse en el pasado.

    Abrazos, Monique.

    ResponderBorrar
  8. cuando venìa a decirle que no lo dejara olvidarse de la libertad...lleguè tarde!

    pero igual, sáquelo de ahí! sacùdalo! empújelo! que tambien se está olvidando de la alegría, y del amor, se dio cuenta?

    bueno..., yo le avisé.


    besos

    ResponderBorrar
  9. El pasado va irremediablemente ligado al presente y al futuro de cada uno. Obviarlo es negarse a sí mismo.

    La foto es chulísima. Muak

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...

De socios a chantajistas

Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador acorralado, por un lado el pueblo con su voto desaprobó la gestión y por otro desde arriba le retiran el paraguas, que de una forma u otra lo acompañó desde que asumió. Solo en este contexto se puede entender la siguiente afirmación: Basta de chantajear con que si no me extienden las áreas no invierto , que no necesita ni una coma para ser tomada como una denuncia clara y concreta contra los que explotan el petróleo en Santa Cruz y que de acuerdo a los expresado por nuestro gobernador están dispuestos a hacer explotar a nuestra provincia. Fuente: La Opinión Austral

Facón Grande

Cuatro tiros y a la zanja ya lo dijo el coronel no sabe que hay una tumba que lo está esperando a él que lo está buscando a él, dice el estribillo d e l tema que el Gato Osses  compuso para Facón Grande, , el gaucho entrerriano que lideró en la zona de Jaramillo las huelgas obreras de 1921 y que se entregó al Ejercito Argentino -junto a una peonada- para  terminar fusilado de manera cobarde y traicionera.   Si uno viene por la ruta, en el desvío a Puerto Deseado, encontrará el monumento que se levantó en su memoria.  En La Patagonia Rebelde, la película que Olivera hizo en base al libro de Osvaldo Bayer, Federico Luppi representa el personaje de José Font y como suele decir Osses, el personaje termina desplazando a la persona que fue, ya que queda claro que el artista tomo la imagen de la película para realizar la obra.  No se si será importante saber que los gauchos por estos lados -donde los vientos suelen volar hasta los techos de las casas- no usaban s...