
Aunque sinceramente, hay que decirlo, reina mas la desconsolación que la unidad y ello se comenzó a reflejar mucho antes de que el “amigo diputado” anunciara el pase a retiro de la política local de quien fuera su co-equiper en la ultimas elecciones.
Más de uno ya comenzó a pensar en migrar su esfuerzo hacia un horizonte más claro y los más ortodoxos en cuanto a fidelidad al actual intendente, persisten en la convicción de que “lo de Julián no tiene mucho vida”.
Tal vez sea esta la principal incógnita a despejar por Osorio, la siempre latente idea de que la sombra de Méndez reapareciendo en la escena local, no oscurezca su ya poco clara candidatura.