La realidad se ha vuelto tan difusa, tan poco palpable, tan
artificial, tan producto de tanta herramienta tecnológica; que, a veces,
prefiero zambullirme en esta soledad lacustre, quizás con las esperanza de
encontrar en ella algo que alimente el desesperado deseo de experimentar algo
más real.
Vos, hastiada de tanta reflexión sin sentido, simplemente te
vas.
ay, qué triste es ese desencuentro de almas que viven de distinto modo las cosas diversas del mundo, cuando ni el amor alcanza.
ResponderBorrarsiempre describís tan claramente esas profundidades!...
No es fácil mirar siempre en la misma dirección, ni desde el mismo punto de vista. Supongo que ayuda aprender a respetar los espacios, los propios y los ajenos
ResponderBorrarUn abrazo