¿Se puede ver más allá? Nos cuesta la verdad y nos duele la memoria, por eso elegimos –a veces- mirar para otro lado. El siglo pasado se resiste a abandonarnos, ha sumado muchas tragedias. Desde ese lugar controla el escenario. Hay que recuperar el orden perdido. Pero para ello no hace falta violencia.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
Excelente escrito para la reflexión.
ResponderBorrarTe felicito.
Un placer leerte.
Que gran razón tienen tus palabras.
ResponderBorrarUn abrazo
Pedazo de foto, parece sacada de una peli del Oeste pero adaptada a los nuevos tiempos.
ResponderBorrarY sí, no hay más ciego que el que no quiere ver.
Un saco de besos
¡ AMEN, amigo mío!
ResponderBorrarMil besitos!!!
la soledad de la foto y belleza de la misma me deja hipnotizado.
ResponderBorrarSAbias palabras.
abrazo de oso! (no tan sabio saludo)
La violencia es lo último...y ni eso. Ojalá todas aquellas tragedias sean barridas definitivamente por los vientos patagónicos.
ResponderBorrarSaludos.
Excelentes descrições que nos levam ao silêncio.
ResponderBorrarneste silêncio eu sou amanhecer, deitada numa gota de orvalho.
Paisagens lindíssimas.
Te felicito e te invito à mi blog "cachoneira de letras de la Speciosa", escrito na que ha sido la mi primera lhéngua, l Mirandés, la otra de Portugal i que es una lhéngua minoritária.
Gracias a tu comentario en mi calle disfrutando d este magnifico silencio.
ResponderBorrarFelicidades
Un calido abrazo