Es temprano. La ciudad está convulsionada. El rally comienza a atravesarla. El mundo sigue -por todos los medios- el transcurrir de la carrera. Parece imposible estar ajeno a un acontecimiento de tanta magnitud. Ella, no ha sido anoticiada o no ha querido enterarse. Barre la vereda pausadamente. Su ritmo, se acopla al paisaje. No barre, es como si danzara o como si esa escoba se prolongara en sus manos para acariciar a la madre tierra.
Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre. La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia. Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
Hola Alberto: muy sabias tus palabras, veo que los actos cotidianos te inspiran y eso está muy bien. Conservar una mirada de asombro ante los hechos cotidianos como frente a los paisajes más sublimes ...
ResponderBorrar¡Un abrazo desde las sierras tandilenses!
El suave baile de la Escoba!!! besos y feliz viernes
ResponderBorrarGusPlanet lo ha dicho, los actos cotidianos son maravillosos, besos
ResponderBorrarA veces lo cotidiano de los actos, son lo que precisamente, los hace tan especiales.
ResponderBorrarbesotes!!!
Pura poesía la imagen...
ResponderBorrarUn beso.
Qué lindo. Me gusta cómo sentís tu lugar!
ResponderBorrarExisten mil formas de bailar con la escoba. Yo al frente de la barrendera con mi escoba tocaría la guitarra, aunque por ahí otro con su escoba nos apunte y nos dispare.
ResponderBorrarBonito homenaje
ResponderBorrara la anónima
barrendera.
Besos
La vida no se detiene para todo el mundo en el mismo momento. Genial.
ResponderBorrarBesines