Si no puedes dejar de pensar me dijo, estas perdido. Toda tu
existencia va a quedar atrapada en ese entramado fatídico que es la
memoria. Recuerda que no somos lo que
recordamos, que el pensamiento es solo una ilusión que se alimenta –casi narcóticamente-
de la realidad inventada por los que no tienen ninguna consideración hacia tu
persona. Tu persona es mucho más que pensamientos, trasciende incluso los
restos que algún día tu parientes velaran tristemente en un ajustado ataúd. Prueba dejar de pensar. Aunque sea por un
momento. Resiste el vértigo que ello
seguramente te acarreará y déjate caer a ese vacío que te lo dará todo.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
lunes, mayo 06, 2013
domingo, mayo 05, 2013
Es tarde
-No creas que ha sido fácil -dijo-, no es posible imaginar por todo lo que he tenido
que pasar para llegar hasta aquí. Quizás algún día, cuando logre disipar este temor que me acecha, que se ha quedado rondándome como un fantasma, pueda contarte, no solo por lo que he pasado sino también lo
que he sentido.
Tenía la mirada extraviada. Sus ojos parpadeaban mientras
intentaban abarcar todo el espacio circundante. El ambiente era cálido, con
buena temperatura, pero ella parecía por momentos temblar de frio.
-No te hagas
problema -dije, como para tranquilizarla-, lo importante ahora es que ya estás
aquí y que estás bien.
-Si -aseguró balbuceante, y tomó con sus sudorosas y frías
manos las mías.
Pensé en abandonarla, en huir, en salir corriendo, pero ya era tarde. Mis extremidades, endurecidas, no me respondieron. Cerré los ojos, inhalé profundo, contuve el aire en mis pulmones, esperando despertar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
-
Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
-
Una puñalada, dos puñaladas, tres puñaladas, cuatro puñaladas, cinco puñaladas; el forense hizo una pausa, levantó la mirada como buscando...
-
Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella...