Decidió no hacer el viaje de egresados, para ahorrar esos pesos y destinarlos a cubrir parte de los gastos que le significaría trasladarse a la capital. Los cuatro años que cursó la carrera, no fueron muy distintos, cada vez que en su mente aparecía una invitación para hacer algo diferente del estudio, se sacudía la cabeza y despejaba así las tentaciones que la gran ciudad ofrecía en múltiples envases. Todo ello pensando en el futuro, cuando te recibas mariana, se decía a si misma, vas a viajar por el mundo y la imagen de estar acompañando a un grupo de selectos turistas en un crucero por el caribe, era el mejor bálsamo que mitigaba los momentos de duda o desanimo.
Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...
Mariana nos deja un buen testimonio de como es que deben dejarse cosas de lado si es que se quiere llegar...
ResponderBorrarUn saludo para vos
Esta poniendo muy interesante la historia, no se si debiera preguntar pero es real? Yo igual disfruto de las fotos y lo escrito me dejan escaparme en la imaginacion por un momento ^^)
ResponderBorrarUn saludo
sacrificio continuo...
ResponderBorrarToda carrera tiene sus momentos de duda y desánimo...
ResponderBorrarSaludos!
Eso es lo que necesito, ponerme una meta, una recompenza, en verda la necesito, me abriste los ojos O_O
ResponderBorrarCuando uno hace algo que parece un sacrificio, creo que en el fondo no es tanto sacrificio, sino el placer de hacer lo que realmente uno quiere, que es mucho mas importante que lo que se deja de lado.
ResponderBorrarsaludos
Todos hemos querido tirar la toalla alguna vez...
ResponderBorrarMe encantó la foto.
Un besito