Ir al contenido principal

Presente

—¿Veremos pingüinos? —preguntó casi ingenuamente la señora mientras acomodaba una vez más la vianda en su canastito de mimbre.

—No señora —respondió Mariana, en esta zona no hay pingüinos.

—Pero en los folletos de la agencia aparecían pingüinos —insistió la pasajera como mirando para otro lado.

—Puede ser señora que, en los folletos de la oficina, haya visto pingüinos. La agencia ofrece otros destinos de la Patagonia en los que si se pueden ver pingüinos, pero eso es sobre la costa atlántica y ahora estamos sobre la cordillera.

Miró por la ventanilla de la combi buscando en el paisaje algo que la sacara de ese momento de incomodidad en el que, inevitablemente, caía cada vez que le exigían o reclamaban por algo que  la agencia de viajes, en Buenos Aires, les había vendido y que ella –tan solo una guía de turismo en El Calafate- debía dar. Eran esos minutos de un silencio eternos hasta llegar al destino, en donde, el descender de la combi, renovaba los ánimos y el paisaje hacia cambiar mágicamente el ánimo de los pasajeros.

 


Comentarios

  1. si los pingüinos organizaran una excursión fuera de su costa atlántica seguro que se iban a la cordillera :)

    ResponderBorrar
  2. Fijo que vemos pinguinos.... jajaja

    Saludos y un abrazo enorme.

    ResponderBorrar
  3. Quien quiere ver "pingüinos" los verá
    te diría yo, pero no me refiero a eso que llamamos política. Ni tampoco a esas jarritas donde se servía el vino de la casa. Me refiero a esos que llevamos adentro del corazón. Por otro lado me pregunto qué pensarán ellos de nosotros...¿nos querrán ver?. Un abrazo, gracias por tus aportes...

    ResponderBorrar
  4. Y la foto de los pinguinos?

    :(

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  5. Siempre le quedará el Zoo.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  6. De todos modos, más allá de lo que figure en una foto de publicidad de agencia de "viajes", uno podría usar un poquito el sentido común y no andar preguntando sonseras, ¿no?

    Saludazos!!

    ResponderBorrar
  7. Con pingüinos o sin ellos, es un paisaje precioso. Ojalá estuviera yo por allí...

    Un besote

    ResponderBorrar
  8. Pobre señora pasajera desorientada. Igual el cliente siempre tiene la razón, la guía tendría que haberle alquilado un par de pinguinos :)

    Estercita

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...

Miedo

De vez en cuando, la tierra que habito tiembla El sacudón dura unos segundos El miedo a que todo se venga abajo queda, para siempre como una cicatriz que me recuerda la fragilidad de mi existencia 

Presentación de “Las huellas del frío” Feria Internacional del libro 2016

Me alegró mucho el saber que el libro “Las huellas del frío” estaba entre los cinco elegidos para representar a Santa Cruz . Creo que a todos nos sorprendió la cantidad y calidad de publicaciones que este año respondieron a la convocatoria de la Biblioteca “Juan Hilarión Lenzi” . Ello habla del prolífico trabajo en el campo literario que se está desplegando a lo largo y ancho de nuestra provincia. Y habla también, se me ocurre pensar, de una necesidad, que desde lo literario, pero también desde las otras expresiones artísticas, existe y que está más allá del resultado de este o cualquier otro concurso. Nuestra literatura, nuestros libros, nuestros escritores, nuestras expresiones artísticas, buscan y necesitan algo más: buscan hacerse visibles, que se les faciliten los canales para exponerse a la crítica y a un público lector más amplio, más allá de los que nuestra geografía social les ofrece. Y es por ello que el espacio en la Feria Internacional del libro resulta más que s...