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Entradas

Identidad

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
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Presentación de “Las huellas del frío” Feria Internacional del libro 2016

Me alegró mucho el saber que el libro “Las huellas del frío” estaba entre los cinco elegidos para representar a Santa Cruz . Creo que a todos nos sorprendió la cantidad y calidad de publicaciones que este año respondieron a la convocatoria de la Biblioteca “Juan Hilarión Lenzi” . Ello habla del prolífico trabajo en el campo literario que se está desplegando a lo largo y ancho de nuestra provincia. Y habla también, se me ocurre pensar, de una necesidad, que desde lo literario, pero también desde las otras expresiones artísticas, existe y que está más allá del resultado de este o cualquier otro concurso. Nuestra literatura, nuestros libros, nuestros escritores, nuestras expresiones artísticas, buscan y necesitan algo más: buscan hacerse visibles, que se les faciliten los canales para exponerse a la crítica y a un público lector más amplio, más allá de los que nuestra geografía social les ofrece. Y es por ello que el espacio en la Feria Internacional del libro resulta más que s...

A propósito de Laberinto - Santa Cruz y los mitos

Leí -por ahí- que un laberinto es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en él. Lo de intencionadamente complejo para confundir fue lo que más llamó mí atención.   Más aún cuando el territorio sobre cual me adentré –imaginariamente- para construir el texto, es el de nuestra provincia. En esa línea de reflexión, lo primero que me pregunté fue: ¿será nuestra geografía social una invitación a perderse, a realizar un recorrido distinto al que haría cualquier buen vecino, haría en otro lugar, sin sentir que, en dicho recorrido, lo que prima es la confusión, el desorden y el caos? Ilya Prigogine, el nobel de química, nos propone ver el caos como la búsqueda de un nuevo orden. Pensado así, sí estamos convencidos de que el orden vigente es injusto o no nos satisface, la búsqueda de un nuevo orden pasaría a ser casi una obligación. El caos ya no sería un problema, sino el precio que lógicamente deberíamos pagar por esa ...

INFORME SOBRE “LABERINTO” - Analìa Roffo

1. El cuento tiene una estructura muy adecuada para los contenidos que narra y el impacto que quiere generar en los lectores. Laberinto (su título) puede ser buen sinónimo de rompecabezas o pentimento, es decir, una trama que para cobrar sentido necesita ser interpretada desde un nivel superior, desde una especie de tarima que permita ver cómo encajan las dos subtramas en apariencia paralelas pero realmente contrapuestas: el mundo del corte de ruta y el de los burócratas y políticos que intentan incidir en él. 2. Es adecuado que el cuento abra y cierre con el primer mundo, el del corte. Eso le da potencia dramática desde las primeras líneas y es lógico que el clímax llegue al final con la misma subtrama. El mundo del corte es infinitamente más dinámico y tenso: tiene crescendo, enigma, climas de tragedia solapada, y eso, desde ya, enriquece el relato. Son fuertes sus personajes, tanto Ana como Pablo. Quizás Ana tenga un perfil más rotundo. Es la más decidida inicialmente, la que inclus...

Agua

 Déjala     que fluya         que encuentre             el cauce               que siga                  el viaje remover       los obstáculos            darle espacio                 dejarla ir es tu tarea Ella es     como agua        que llovió            del cielo volverá      como vuelven         las flores               en primavera           a perfumar  tu existencia

Creer

 Mirando al cielo veo esas estrellas esa luz que dejó atrás el cuerpo físico  para viajar en el tiempo por el universo pienso que la muerte también es como un irse  de esa energía  que llamamos espíritu un partir  para regresar a la fuente  de la que fluye  eternidad morir, abandonar el cuerpo, será como dejar  un auto alquilado en el medio del desierto, dejarlo ahí  luego de,  durante una vida, haber hecho con él una emocionante travesía dejarlo  desempacar  nuestra existencia para regresar al hogar desde dónde hemos nacido hacerlo cargado de nostalgia por ese vivir vivido. mientras su vida se apaga  pienso esto como un consuelo. buscando algo que me sostenga  cuando ya no haya tiempo. ¿Será la muerte un portal que hay que atravesar  para nacer a otra vida? no me alcanza con pensar yo, que profeso una fe sin religión, necesito creer que, cuando tu vida se apague, se encenderá una luz necesito creer  que vos...

Témpora

Cuando vino al mundo la llamaron Témpora Aristela Ríos. Dicen que las Témporas nos hablan de las estaciones climáticas; que se acostumbraba a calcularlas para saber cuándo sería el mejor tiempo para la siembra. También leí que se la asocia con la sien, es decir con la inteligencia o esa capacidad de razonar que nos diferencia del resto de las especies. Hasta no hace mucho, las Cuatro Témporas figuraban en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, indicando los tiempos de ayuno, de plegaria y de penitencia. Hacer Témporas significaba hacer una pausa para agradecerle a Dios los beneficios recibidos.  Y Témpora es un poco de todo eso: siempre laboriosa y a la vez respetuosa de la Pacha que todo nos da; reflexiva y a la vez comprometida con su fe en Dios. Si hay alguien en esta tierra que pueda dar fe de ayunos, plegarias y penitencias, seguro, es Doña Témpora Ríos, como la reconocen en Corral Quemado. De esos ríos que acostumbran a inundar los surcos, recorrer acequias, como Jos...

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...