La proximidad con la isla me entusiasma. Su tamaño se acrecienta a medida que nos acercamos. Preocupa un poco como estará el lago en el tramo en el que uno debe pasar por el agua. Iba a decir caminar sobre las aguas, pero suena muy bíblico. También preocupa un poco la temperatura del agua, que suele ser fría, como para recordarnos de donde proviene. Pero a esto último estamos más acostumbrados en esta parte del planeta. No digo que uno no sienta frío, lo que quiero decir es que tal vez haya una mayor aceptación del mismo.
Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre. La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia. Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
A mí me da por imaginarme ese mar helado para poder patinar durante horas.
ResponderBorrarUn abrazo
Una imagen que transmite desolación y belleza. En cuánto al frío, si, se acepta como algo inevitable verdad? Es un comapañero más supongo. Un abrazo :)
ResponderBorrarMe da frío solo de imaginarme...
ResponderBorrarA mi la imágen me transmite soledad.
Saluditos!
a mi esta imagen me transmite esperanza...un inmenso mar con un hermosos horizonte cargado de esperanzas.
ResponderBorrarPreciosa imagen.
Mil besitos!!!