La proximidad con la isla me entusiasma. Su tamaño se acrecienta a medida que nos acercamos. Preocupa un poco como estará el lago en el tramo en el que uno debe pasar por el agua. Iba a decir caminar sobre las aguas, pero suena muy bíblico. También preocupa un poco la temperatura del agua, que suele ser fría, como para recordarnos de donde proviene. Pero a esto último estamos más acostumbrados en esta parte del planeta. No digo que uno no sienta frío, lo que quiero decir es que tal vez haya una mayor aceptación del mismo.
Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...
A mí me da por imaginarme ese mar helado para poder patinar durante horas.
ResponderBorrarUn abrazo
Una imagen que transmite desolación y belleza. En cuánto al frío, si, se acepta como algo inevitable verdad? Es un comapañero más supongo. Un abrazo :)
ResponderBorrarMe da frío solo de imaginarme...
ResponderBorrarA mi la imágen me transmite soledad.
Saluditos!
a mi esta imagen me transmite esperanza...un inmenso mar con un hermosos horizonte cargado de esperanzas.
ResponderBorrarPreciosa imagen.
Mil besitos!!!