Pensó en llamar a su madre, pero decidió no hacerlo. Tengo que ser fuerte se dijo, tengo que empezar a hacerme cargo de las cosas que me pasan. Fue hasta el baño y buscó en el botiquín una de esas pastillas que tomaba para relajarse un poco. Miró el frasquito, estaba casi lleno, como que no había necesitado recurrir a él en todo este tiempo. Tomó una pastillita amarillenta, se la puso en la lengua, abrió la canilla del lavatorio y bebió un gran sorbo de agua para tragarla. Bien, se dijo, ahora a dormir. Puso el despertador a las seis y se tiró boca abajo en la cama. Cuando comenzaba a sentir que su cuerpo no alcanzaba a llenar ese espacio, a tener esa sensación de ausencia del otro que ya no estaba, se durmió profundamente.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
le estaría haciendo falta una buena siesta y un sueño profundo para olvidar....Hermosa vista tiene tu foto. ¡muchos saludos!
ResponderBorrar...
ResponderBorrarVengo a dejar un beso...
Como siempre, hermosa foto...
Mafalda
Hermosos tus cielos, cuando puedes escapar en una nube de esas casi transparente es inevitable pensar en el infinito... asi me pasa.
ResponderBorrarno podria dormir viendo esto.
un abrazo fuerte y espero que me recuerdes ;)