lunes, septiembre 10, 2007

El commodity Agua


Cada vez suena con más fuerza el concepto. Cada vez más expertos consideran al Agua como un commodity y como cualquier otro producto susceptible de comercialización tiene un valor de cambio marcado, como es lógico, por la facilidad de acceso que se tenga a ella en la región en cuestión.

Los países productores de alimentos (granos y carnes) como Argentina, “venden” agua a través de sus productos exportables. Puntualmente, la agricultura, es la actividad que insume el volumen más alto de agua dulce, Según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el agro consume el 70% del total extraído. Por eso, uno de los principales objetivos de la Agricultura del futuro tiene que ver con optimizar la productividad de cada gota de agua destinada a los campos.


Esta semana, en Córdoba se desarrolló el XVIII Congreso Nacional CREA 2007. Más de 2000 productores, dirigentes, técnicos y empresarios se reunieron para debatir y reflexionar sobre diversos puntos, entre ellos, claro está, el Agua y la planificación de su uso, algo que llamaron “una cuente pendiente de América Latina”

El Mercado del Agua

Yolanda Kakabadse, fue ministra de Ambiente de Ecuador (1998-2000) y creó la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA). Ofreció una conferencia en el evento de Aacrea y allí planteó que la región está exportando grandes cantidades de commodities agrícolas a China sin haber realizado una proyección de largo plazo sobre la disponibilidad de recursos hídricos. “Los (dirigentes) chinos hacen planificación con un horizonte de 100 años. China tiene poco agua, y en los escenarios que ellos evaluaron proyectan que la oferta interna de agua potable no será suficiente para abastecer las necesidades de la población” narró.


El gigante asiático cuenta con sólo 2.200 metros cúbicos anuales por cada habitante cuando el promedio per cápita asciende a 8.513 metros cúbicos por año. Según la experta, China creó un mercado del Agua, importan el vital elemento contenido en los granos que compran a Argentina y Brasil y así ahorran el “insumo” que debería destinar a la producción agrícola. “Lo que están haciendo nuestros países es exportar agua a China a través de granos, porque la producción agrícola es la actividad productiva que mayor cantidad de agua necesita.


Lo que importa no es el producto en sí, sino el hecho del agua que puede destinar a otros usos por importar granos”, describió Kakabadse y alertó: “Ellos lo han planificado, pero nuestros dirigentes no se han puesto a pensar qué sucederá aquí con el agua en los próximos 100 años”. La expositora explicó a los asistentes que el suelo, el río o el bosque, no son solamente proveedores de tierras que, bien tratadas, permiten incrementar la producción alimentaria.


Cada uno de ellos ofrece una serie de servicios adicionales que es necesario contabilizar: control de la erosión, regulación hídrica, polinización, depuración del aire, turismo, entre otros. El agricultor no tiene opciones, no tiene la posibilidad de rechazar los conflictos ambientales y debe apostar a la prevención de los mismos, dijo ante su auditorio.


Asimismo alertó que, a través de la explotación agrícola intensiva, cada vez que se tala un bosque se empobrece a los pobladores locales, que deberían ser prioridad por tratarse de ciudadanos. “La demanda creciente de granos nos ha llevado a ampliar la frontera agrícola de todos los países en la región, sin un análisis de sustentabilidad que nos permita definir cuán manejables serán los riesgos”, fue el mensaje que dejó la investigadora ecuatoriana.


Vale mencionar, que para FAO existen 852 millones de personas en el mundo con problemas de subnutrición crónica. Para el 2030 habrá un aumento previsto de la población de 2.000 millones de seres humanos. La llave que abre la puerta para alimentar a toda esa masa de gente está en el campo. Sólo se podrá reducir el hambre si se mejora el rendimiento agrícola y ello está estrechamente vinculado con el manejo del recurso/commodity Agua.

Fuentes
E-campo.com

Zafar

-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...