El animal yace ya sin vida a un costado del camino. Mi cuerpo siente el viento frío que viene del oeste. Los cóndores descienden armoniosos sobre la estepa como si nada ni nadie pudiera perturbar o interferir en el banquete que les espera. Si no fuera por el frío podría quedarme horas parado contra el alambrado observando esta escena que de vez en cuando nos regala la naturaleza.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
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