Ir al contenido principal

Pancito criollo

Hay pancito criollo, me dice, venga acérquese, vamos a tomar unos mates. Cuando se camina por la calle principal de Corral Quemado, el perfume de los hornos de barro lo invade a uno y se activa de alguna manera esa memoria ancestral, que despierta recuerdos de tiempos remotos de una existencia –que por mas que no haya sido real- sigue como alojada en algún lugar de nuestra memoria. El aroma del pan asándose, el de las ramas de jarilla que se usan para cubrir la tapa del horno y ese gustito a copa que tienen los mates cebados, no se consiguen en otro lugar, para disfrutarlos hay que volver -aunque sea de pasada- a este remoto lugar en el norte catamarqueño.


Comentarios

  1. Uhm Todavía no he desayunado y me ha gustado imaginar ese olor saliendo de los hornos...¡qué rico! Besos y buen domingo

    ResponderBorrar
  2. me he comido este pancito con el desayuno. siempre relatas cálido y simple como el pan.
    gracias por esas fotos, además.
    un abrazo

    ResponderBorrar
  3. Qué fotos copadas que ponés y me gusta cómo complementan al texto-

    ResponderBorrar
  4. Horno de barro, ramas de jarilla, mate y la cordialidad mansa del norte. Qué lindo convite que te hicieron! Disfruté las fotos de Catamarca. Gracias. Un saludo

    ResponderBorrar
  5. Por un momento
    he olido a pan
    recién hecho,ese
    aroma del horno
    de leña, todo
    el amor que disfrutaba
    en el hogar de mis
    padres y mi abuela.

    Besos

    ResponderBorrar
  6. Ésto es muy lindo además de rico, encierra todo un ritual. Nosotros teníamos un horno de barro que yo hice con mis manos y lo usamos durante varios años. Hacíamos principalmente pancitos que mi mujer amasaba. Lo tenemos planeado volver a construir, ya que lo tuvimos que sacar para ampliar la casa...hay mucho espacio, en cualquier momento. Un abrazo y muchas gracias por compartir estas cosas.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Vestigios

En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse.  Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno.  Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común.  La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente.  Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad.  En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...