martes, diciembre 10, 2013

Espera

No esperes nada, me dijo, en un tono que sonó a sentencia. La espera es un artilugio que te suspende como quien congela una imagen. Deja que las cosas pasen, que el devenir vaya imponiéndote el ritmo que tu existencia deba tener. Prueba olvidarte del tiempo y olvidarte también, en algún lugar, tu agenda, tus obligaciones y tus esperas. Si al hacerlo, sientes vértigo, respira fuerte, contiene el aire en tus pulmones y disfruta -por esos mínimo segundos- de eso que, simplemente está ahí, y que no espera.


1 comentario:

Zafar

-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...