No vuelvas,
atrás no hay nada que valga la pena.
No avances,
el paraíso solo es una promesa para los que tienen fe, y —si se quiere— una
falsa respuesta para los que no se preguntan nada.
La angustia
por el futuro es el cebo con el que engañan a los desesperados.
Prueba
quedarte un rato ahí.
Fuera de ti
mismo, o de eso que algunos creen que tú eres.
Aprovecha
que no hay nadie a quien ofrecerle el triste espectáculo que has hecho de esto
que llamas vida y deja de actuar.
No hay
aplausos.
No hay
reproches.
No hay
indiferencia.
Estar solo,
tiene sus ventajas.
Comentarios
Publicar un comentario