Ir al contenido principal

Soñemos Calafate, pero no nos quedemos dormidos


El 1ro. de julio del 2006 se van a cumplir tres años desde que un grupo de vecinos de la localidad llevara adelante un proceso colaborativo para que mediante la participación comunitaria se estableciera una agenda de temas locales.
Pasaron ya casi tres años y es más que evidente que lo que nos imaginamos en el 2003 como El Calafate soñado, para muchos se convirtió en una pesadilla.
En los tiempos que corren, se está comenzando a percibir la necesidad de una nueva convocatoria en la que senos invite –más que a soñar- a DESPERTAR, despertar a la participación ciudadana, al compromiso político con la comunidad, a la defensa del espacio público que compartimos cotidianamente, a tantas cosas que seguramente se podrían agregar.
Esperemos que la próxima convocatoria diga “Despertemos Calafate…para asumir esta realidad y ver como podemos cambiar algunas cosas”

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...