Ir al contenido principal

Isla Solitaria XI

Estoy del otro lado del lago. Me seco los pies, me cambio el calzado y me dispongo a dar un paseo que promete ser muy placentero. El viento está en calma y sol está a pleno. La idea de transitar este espacio cercano a la ciudad -pero a la vez tan distante- tiene alguna relación con lo difícil que nos resulta a veces aproximarnos a nosotros mismos. Estamos tan cerca y nos resulta tan difícil cruzar el charco que nos conecta con lo que realmente somos. Nuestro interior permanece como sumergido pero a la vez expectante de nosotros mismos.

Comentarios

  1. Ni que lo digas, acercarse a uno mismo resulta dificilísimo.

    Un saludo

    ResponderBorrar
  2. No solo adentrarse en uno mismo, sino convivir con uno mismo es tarea dificil y permanente si lo deseamos.
    Muchos saludos, te felicito por tus imágenes y comentarios.

    ResponderBorrar
  3. sol pleno? donde donde dondeeeeeeeeeeeeeeeeeeee??

    Aquí hay nieve..plena. ejeje

    besotes

    ResponderBorrar
  4. Ardua tarea la de adentrarse en uno mismo, pero tan necesaria...
    Que maravilla de fotografia, y que soberanamente acompañada por tus palabras.
    Mis felicitaciones.
    Mil besitos!!!

    ResponderBorrar
  5. No ser isla,
    acercarse a
    los demás y
    a uno mismo.

    Un abrazo desde
    más allá del charco.

    ResponderBorrar
  6. a veces es un camino inaprehensible, con escasos accesos. la vida se trata, entonces, de explorar (y descubrir de vez en vez) las puertas de entrada o llegada a nuestro interior.

    ResponderBorrar
  7. ES cierto y ha sido estupendo leer tu reflexión.
    Nos resulta difícil porque precisamente lo fácil es no hacerlo.
    Bicos.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás