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Repetirse

Repetir era la única manera de aprender que nos ofrecía la escuela. Estudiar de memoria y repetir era, y tal vez lo siga siendo, la forma de avanzar en el sistema educativo, con la esperanza de, algún día, ser alguien en la vida. No fui un buen alumno en ese sentidos, ni en otros que no viene ahora al caso recordar. Es más, en la secundaria, me pasé de rosca y repetí un par de años en los que me negué a presentarme a los exámenes que el sistema de ofrecía para –en caso de aprobarlos- pasara de año. No me acostumbré nunca a repetir. Y no sé bien porqué, pero, últimamente, el tema me empezó a dar vueltas. Sueño que me repito incansablemente en uno de los tantos roles que he desempeñado en esta vida; roles que –no sin esfuerzos- he ido abandonando sistemáticamente. Repetirse es morirse, leí alguna vez. Pero no es la muerte lo que me preocupa.


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