Dice que en el establecimiento hay que respetar el uniforme.
Que, si no lo hace, no se le va a permitir el ingreso. Que no está dispuesto a
tolerar este tipo de situaciones que promueven el desorden y que fomentan la
desobediencia entre el alumnado. Lo dice y no lo mira a la cara. Mira el
escritorio en el que tiene desplegado un sinnúmero de carpetas. El alumno si lo
mira. Lo hace de manera desinteresada. Lo mira y piensa en cómo será verse
uniforme. En dejar que su singularidad se diluya y se vuelva uno más en eso que
asemeja a una tropa. El rector sigue con su perorata. Dice que si no cumple con
las normas puede quedar libre. El alumno, mientras tanto, sigue pensando. Está
en otro lado pero vuelve. Le gustó esa opción que le ofrece el sistema. O trae
uniforme o queda libre. No duda. Agradece haber nacido en un país en el que se
puede optar, entre ser uniforme, o quedar libre.
Cada vez suena con más fuerza el concepto. Cada vez más expertos consideran al Agua como un commodity y como cualquier otro producto susceptible de comercialización tiene un valor de cambio marcado, como es lógico, por la facilidad de acceso que se tenga a ella en la región en cuestión. Los países productores de alimentos (granos y carnes) como Argentina, “venden” agua a través de sus productos exportables. Puntualmente, la agricultura, es la actividad que insume el volumen más alto de agua dulce, Según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el agro consume el 70% del total extraído. Por eso, uno de los principales objetivos de la Agricultura del futuro tiene que ver con optimizar la productividad de cada gota de agua destinada a los campos. Esta semana, en Córdoba se desarrolló el XVIII Congreso Nacional CREA 2007 . Más de 2000 productores, dirigentes, técnicos y empresarios se reunieron para debatir y reflexionar sobre diversos puntos, entre e...

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