Ese parece ser el espíritu que reina entre los funcionarios municipales, que acompañaron a Méndez durante doce años de su gestión y que apostaban todas sus fichas a su continuidad por un nuevo periodo frente a la municipalidad.
Aunque sinceramente, hay que decirlo, reina mas la desconsolación que la unidad y ello se comenzó a reflejar mucho antes de que el “amigo diputado” anunciara el pase a retiro de la política local de quien fuera su co-equiper en la ultimas elecciones.
Más de uno ya comenzó a pensar en migrar su esfuerzo hacia un horizonte más claro y los más ortodoxos en cuanto a fidelidad al actual intendente, persisten en la convicción de que “lo de Julián no tiene mucho vida”.
Tal vez sea esta la principal incógnita a despejar por Osorio, la siempre latente idea de que la sombra de Méndez reapareciendo en la escena local, no oscurezca su ya poco clara candidatura.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
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Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
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