Levantarse. Correr las cortinas. Esperar el amanecer. Poner la pava. Encender la computadora. Sentir que el invierno se acerca. Las luces de la ciudad aun sienten la noche. La nube que juega a quedarse. La luna que agradece a esa oscura realidad que le permite seguir iluminada en el horizonte. Los primeros mates me sacan el sueño. No pierdas nunca la capacidad de contemplar y asombrarte de las pequeñas cosas que te regala la vida, me dijo un amigo una vez.
Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre. La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia. Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
Espero no perder nunca la capacidad de sorprenderme con un amanecer o atardecer..o simplemente con la vida...Besos
ResponderBorrarsiempre encuentras, la forma de hacerme ver lo grande q es el mundo
ResponderBorrarSORPRENDERSE POR LAS COSAS QUE NOS SUCEDEN SI SON PARA AVANZAR Y DISFRUTAR SON BELLAS Y CIERTAS, PERO UNO SE ASOMBRA DE CADA CISA ULTIMAMENTE QUE A MI NO ME GUSTAN DEMASIADO! UN BESOTE
ResponderBorrarQue esplendida manera de describir un momento, un instante que adquiere una magnitud única!
ResponderBorrarHuelo y siento hasta en calorcito de algún leño encendido por ahi detrás.
Ese momento que describis, tal cual, tantas veces lo viví...levantarte, mirar por las ventanas, poner la pava y disfrutar del silencio que se va yendo mientras la ciudad despierta...que lindo sentir que otra u otras personas experimentan lo mismo...
ResponderBorrarvenir a "verte" también es un regalo
ResponderBorrarDe algo parecido he hablado hoy en mi blog.
ResponderBorrarMuak
Esos primeros mates matinales son un momento único... sólo quien toma mate lo comprende.
ResponderBorrarSaludos!
Ser diferente não é ser ovelha negra.
ResponderBorrarSien miedo, debemos ser lo que somos, sien necessidade de aparentar otra cosa.
Un beso