Debe ser por eso que insiste en volver a esta playa, a esperar que suba la marea, a recostarse y cerrar los ojos y sentir las olas que rompen muy cerca de él y luego percibir ese deslizarse del agua en retroceso. A veces suele aparecer con las zapatillas mojadas, incluso con los pantalones salpicados con agua, porque se ha descuidado o el mar lo ha tomado por sorpresa o simplemente se ha dejado acariciar por una de esas tantas olas que insisten en venir hacia él.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
...y dejar que el agua se te meta entre los dedos...y disfrutar el retorno de la ola acaricíandote los talones. Es uno de mis placeres.... Muy lindo!
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