Detengo el vehiculo detrás de otro que espera a que se abra el camino. Los hombres –algunos de a pie y otros montados en sus caballos- se reagrupan para encauzar a las ovejas y pequeños corderos hacia el puente. Imagino –ayudado por sepia- una escena similar un siglo atrás. Los mismos peones -que llegaban desde Chile o Europa, en busca de trabajo- desplegando toda su astucia para controlar el ganado. Muchos de ellos, con sus familias afincadas por estos lares, con hijos, padres, esposas, esperando su regreso a casa.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
Chaile:Has eescrito un ensayo periodístico y revisionista de la Patagonia vilipendiada.
ResponderBorrarEsto siempre hay que denunciarlo.
Un abrazo..Saúl.-
Oficio duro el de pastor. Solitario y sacrificado.
ResponderBorrarUn abrazo
Me recuerda un poco las escenas de la trashumancia en España: Cuando llega el invierno los pastores del norte de Castilla cruzan toda la meseta hasta sus terrenos de pastoreo durante el verano, a cientos de kilómetros en Extremadura, Andalucía o la Mancha.
ResponderBorrarUn trabajo muy muy duro. Saludos.
El color sepia consigue dar a la fotografía la pátina del tiempo.
ResponderBorrarVoy siguiendo tus silencios y admiro los lugares y el trabajo duro de los hombres que pienso, en cualquier parte del planeta, es igual de duro y solitario el trabajo en los campos y con animales.
Un beso