El afiche me puso a contramano. Federación Obrera Local, decía el encabezado de la convocatoria. Y el solo titulo me transportó a otros tiempos. A principios del siglo pasado, a las huelgas que un grupo de anarquistas y peones rurales hicieron en nuestro territorio y que terminaron con muchos de ellos fusilados y sepultados en tumbas colectivas. Y es cierto eso de que a veces los recuerdos juegan a las escondidas y la memoria de los pueblos debe ingeniárselas para traer a la superficie lo que parece sepultado por quien sabe que intereses. Será por eso -tal vez- que esta convocatoria despertó mi interés por participar en la misma. Los hechos son por cierto conocidos, el libro de Bayer y la película basada en el mismo, mucho ayudaron a su difusión, pero aun no ha logrado ocupar el espacio que debería tener en nuestra historia. Peones rurales fusilados -sin que medie explicación alguna- por el Ejercito Argentino, gobierno democrático de Irigoyen y latifundistas que se benefician de la trágica medida. Leo el afiche de nuevo y me dispongo a salir.
Cada vez suena con más fuerza el concepto. Cada vez más expertos consideran al Agua como un commodity y como cualquier otro producto susceptible de comercialización tiene un valor de cambio marcado, como es lógico, por la facilidad de acceso que se tenga a ella en la región en cuestión. Los países productores de alimentos (granos y carnes) como Argentina, “venden” agua a través de sus productos exportables. Puntualmente, la agricultura, es la actividad que insume el volumen más alto de agua dulce, Según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el agro consume el 70% del total extraído. Por eso, uno de los principales objetivos de la Agricultura del futuro tiene que ver con optimizar la productividad de cada gota de agua destinada a los campos. Esta semana, en Córdoba se desarrolló el XVIII Congreso Nacional CREA 2007 . Más de 2000 productores, dirigentes, técnicos y empresarios se reunieron para debatir y reflexionar sobre diversos puntos, entre e...
Evoco 1968 en mi país, la matanza estudiantil de Tlatelolco ha marcado diversas generaciones.
ResponderBorrarUn abrazo mexicano, Monique.
Estoy leyendo esta narración tuya que me pinta muy interesante. Voy a la segunda parte.
ResponderBorrarUn beso.
No había notado que tenías este espacio... Y aunque parezca repetitiva en mis comentarios me duele y me cuestiona. Quizá porque la mayoría de personas en Colombia, nos sumergimos en una amnesia colectiva. Cuando comentas acerca de quiénes fueron fusilados y sepultados en fosas comunes a principios del siglo pasado, lo relaciono inevitablemente con este mismo tipo de sucesos en mi país, pero ocurrido hace pocos años y manteniéndose en la actualidad, ejecutados con ayuda directa del ejército Colombiano.
ResponderBorrarAsí que entre los post que hasta el momento he observado en tu blog, Bajo el silencio, cobra un sentido especial para mí. Te dejo un saludo... Liz.