Es temprano. La ciudad está convulsionada. El rally comienza a atravesarla. El mundo sigue -por todos los medios- el transcurrir de la carrera. Parece imposible estar ajeno a un acontecimiento de tanta magnitud. Ella, no ha sido anoticiada o no ha querido enterarse. Barre la vereda pausadamente. Su ritmo, se acopla al paisaje. No barre, es como si danzara o como si esa escoba se prolongara en sus manos para acariciar a la madre tierra.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
Hola Alberto: muy sabias tus palabras, veo que los actos cotidianos te inspiran y eso está muy bien. Conservar una mirada de asombro ante los hechos cotidianos como frente a los paisajes más sublimes ...
ResponderBorrar¡Un abrazo desde las sierras tandilenses!
El suave baile de la Escoba!!! besos y feliz viernes
ResponderBorrarGusPlanet lo ha dicho, los actos cotidianos son maravillosos, besos
ResponderBorrarA veces lo cotidiano de los actos, son lo que precisamente, los hace tan especiales.
ResponderBorrarbesotes!!!
Pura poesía la imagen...
ResponderBorrarUn beso.
Qué lindo. Me gusta cómo sentís tu lugar!
ResponderBorrarExisten mil formas de bailar con la escoba. Yo al frente de la barrendera con mi escoba tocaría la guitarra, aunque por ahí otro con su escoba nos apunte y nos dispare.
ResponderBorrarBonito homenaje
ResponderBorrara la anónima
barrendera.
Besos
La vida no se detiene para todo el mundo en el mismo momento. Genial.
ResponderBorrarBesines