El teléfono sonó un rato después de que la ambulancia se llevó al abuelo. Necesito hacer una consulta, dijo el médico que recibió al paciente. Si lo escucho le dije, a pesar de que mi función era solo administrativa. El cuadro es muy complicado, perdió mucha sangre y su hígado está muy dañado. En síntesis, podemos intentar hacer algo, pero con muy pocas probabilidades de que sobreviva. Lo escuché con atención y pregunté que podíamos hacer. En principio derivarlo, me dijo, para lo cual me tienen que dar la autorización y hacerse cargo de los gastos. Por eso nos llama doctor, pregunté. No, no, contestó un poco nervioso, mi duda es si realmente vale la pena destinar la poca plata que ustedes manejan para lo que parece un caso perdido, dijo y no agregó nada más. Fueron algunos segundos en los que a mi mente vino la imagen del interno. Tipo mañoso, complicado y que poco hacia para entenderse con los demás abuelos. Prepare tranquilo la derivación contesté, ya le acerco la autorización y colgué. Un par de meses después, entró al hogar de ancianos caminando, con muchos kilos menos y una sonrisa que –hasta ese momento- no le conocíamos.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
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Esa sonrisa valdría tanto la pena como la belleza de esta fotografia...Besos
ResponderBorrarese paisaje es maravilloso
ResponderBorrarno todos pueden además de disfrutarlo, captarlo
al igual que pocos hubiesen visto esa sonrisa, que todos miran pero pocos ven
¡De vuelta a la normalidad! Perdón por mi ausencia, estuve de "mini-vacaciones" Un besito!!!
ResponderBorrarQuizá el verse tan cerca de la muerte, le animó a disfrutar el tiempo que le quedaba con un anímo nuevo, de ahí la sonrisa...
ResponderBorrarHiciste lo correcto. Y ganaste a un abuelo.
ResponderBorrarMuak
Una sonrisa así merece la pena!!!
ResponderBorrarhace mucho q no pasaba por aca... como lo extrañaba! q lindo relato.
ResponderBorrarY la luna sigue saliendo a pesar de todo!
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