Ir al contenido principal

Paciencia

Se necesita tener paciencia y ganas de mantener el fuego constante, me dice y levanta con sus dos manos la bota de vino con la que humedece su garganta. Si hay mucho fuego, corres el riesgo  de que se queme por fuera y quede crudo por dentro. Arrima un par de leños que encienden lentamente. Hay que estar atentos y no descuidarse. Mientras gotea grasa de los garrones, la cosa, va bien, pero no puedes confiarte.

Comentarios

  1. Y los hombres....quieren calorcito..que si no.... ¡pues no son poco caprichosos! jaja Besos

    ResponderBorrar
  2. me recuerda a mi padre, cuando de niña subíamos a la sierra y asaba carne. Siempre robaba una teja de una casa abandonada del camino, después entre todos los críos recojíamos la leña. mi padre preparaba el fuego así, despacito, con mimo.Colocaba sobre él la teja, y sobre esta la carne ¡huuuummmmm! Nunca nada me supo tan rico. Besotes!!!

    ResponderBorrar
  3. Me parece bien,sentir
    el calor de alguien que te quiere, es agradable
    para todos.

    Un cálido abrazo

    ResponderBorrar
  4. ¡Que no se apage el fuego! que no se pierda el calor nunca.
    Besos.

    ResponderBorrar
  5. Comparar a las mujeres con un trozo de carne a la brasa me parece poco elegante. Claro que si de lo que hablamos es del "calor" humano, totalmente de acuerdo.

    Un besito

    ResponderBorrar
  6. bueno.. y como los pasteles...tambien quedan crudos y quemados al mismo tiempo si no los cuidas. anda ya con mis analogias, es que me haces imaginar ;)

    besos

    ResponderBorrar
  7. Como toda relación pasional: te quema por fuera y te quedás cruda por dentro! Una desgracia! ;=)

    ResponderBorrar
  8. Estar atentos y no descuidarse!!, fundamental para mantener todo en una medida apropiada!!

    Saludazos!

    ResponderBorrar
  9. con paciencia..gota a gota...asi son las mujeres...como el cordero

    abrazo

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Oveja negra

Es difícil no sufrir, no sentir la distancia con los demás, no pensar en el por qué te ha tocado a ti este camino de soledad Cuál es el precio que se paga por ser diferente, por no confundirse entre las majadas de ovejas blancas, por distinguirse entre tanta uniformidad.  Hay días en los que, en sueños, me veo correteando entre el montón, pero al despertar, vuelvo a mi realidad.  Es ahí cuando me digo: acepta tu destino, haz tu propio camino, vale pena intentar ser uno mismo.

A veces

Hay esperas que calman. Y hay veces en los que, la calma, nos desespera…