Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
Preciosas palabras para una foto muy bonita.....bss
ResponderBorrarDescxubrir estas cosas en la naturaleza siempre atraen y hacen usar la imaginación, por ahi todavia se usa!!!!! habria que quedarse y ver!
ResponderBorrarbeso
Cuánta gente se habrá calentado junto al calor del fuego que ya no está.
ResponderBorrarUn besazo
Si ese horno pudiera hablar, ¡¡cuántos relatos nos contaría!!
ResponderBorrarHermosa foto y texto!!!
Saludos!
q belleza de imagen..
ResponderBorrarQue increíble!
ResponderBorrarQue lugar, tiene magia!
Alguén alguna vez le dió vida!
Precioso, me recuerda al que una vez hubo en casa, pero sin la montaña por supuesto!
ResponderBorrarParece um olho da Terra... Muito interessante e lindas palavras.
ResponderBorrarMimetizado,pero al ojo
ResponderBorrarde la cámara no pasó
inadvertido.
Seguro que trás suya
hay mucha historia.
Muy bueno, texto e imagen.
Besos
sin duda, una imagen con historia.
ResponderBorrarUn besito!!!
el lugar tiene mucho encanto, pero hoy (para mí) lo supera con diferencia las palabras que lo calientan
ResponderBorrarA solidão com cheiro a pão fresco
ResponderBorrarnuma montanha que morre de sede...
Muito interessante a foto e muito adequado o texto.
Bs
que discrecion de horno!
ResponderBorrarme gustaria entrar un rato, pienso que el aroma qe hay ahi dentro ha de ser especial... quiero oler!
un beso grande