Estas molestas por algo, preguntó él. No, dijo ella y siguió tecleando palabras sin sentido en su computadora. El bajó el volumen del televisor. Me vas a decir que no te pasa nada, insistió, ya un poco molesto. Si, dijo ella, es eso, me pasa nada y estoy como cansada de eso, que ya no pase nada. El portazo hizo temblar al departamento y él solo atinó a subir el volumen del televisor.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
Para nosotras "nada" siempre significa ALGO...
ResponderBorrar¡Qué torpe él! ¿no? Besos
ResponderBorrarla entiendo perfectamente...aunque a mí nadie me pregunta
ResponderBorrarlo suyo es bastante peor
Ese "nada" es de lopeor que puede pasar...
ResponderBorrarSaludos!
"Nada" hace un ruido ensordecedor...
ResponderBorrarSalu2
La nada puede ser mucho, puede ser "todo"...
ResponderBorrarAbrazos!
son afirmaciones que nos avientan ante el terrible muro de la Nada.
ResponderBorrarUffff, esa conversación de suena! ¿Falta de comunicación? Qué va! Ya está todo hablado.
ResponderBorrarSaludos
Conchi
no existe... nada
ResponderBorrarNADA
ResponderBorrarMUSIQUITA PARA ALEGRARSE LA VIDA
Qué terrible es esa nada. Pero más terrible aún esa incapacidad para reaccionar y llenarla.
ResponderBorrarBreve y muy bueno el texto, aunque doloroso.
Un abrazo