Cuando
pongas tus pies sobre la tierra, recién ahí, tus cosas van a empezar a
funcionar, me dice mientras hace girar la cucharita en la taza de café como si
lo estuviera endulzando. Pienso en decirle que puede que tenga razón, pero que
aquí, en medio de esta mole de cemento, tengo pocas probabilidades de encontrar un espacio en el que decidirme a aterrizar
mí existencia.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Antes de poner los pies en la tierra es muy conveniente elegir bien el lugar en el que hacerlo.
ResponderBorrarMe gustan tus textos. En tan pocas líneas dices mucho y das mucho para pensar.
Un abrazo