martes, enero 21, 2025

Entrevista realizada por Esteban Lehue

1 -Brevemente, ¿Cómo fue tu ingreso a literatura en el papel de escritor?

Empecé a escribir en un blog. Posteaba textos en los que trataba de reflejar mis posturas acerca de temas coyunturales. Lo interesante de hacerlo era que, transcurrido cierto tiempo, se podía volver a leer lo que se había escrito, y –al tomar distancia- visualizar los errores de la escritura, los problemas de redacción e incluso las dificultades para transmitir un mensaje que se afrontan al momento de sentarse a escribir.

Así me di cuenta de que no estaba diciendo lo que quería decir. O, por lo menos, no lo estaba haciendo como quería hacerlo. Busqué ayuda y me encontré con un abanico de posibilidades en las que no solo se me ofrecían herramientas para mejorar mi escritura, sino que se me habría una puerta a ese mundo que se llama literatura.

El primer taller on line lo hice con Luis Gruss; después llegó Andy Nachon, Raquel Garzón, Felix Bruzzone y un grupo importante de escritores con los que me capacité en la Casa de Letras. Fue así que dejé de ocuparme de lo coyuntural para iniciarme en el mundo de la ficción. En mi blog Comunicalafate se puede apreciar parte de ese proceso.

2- ¿Tienen cosas en común la actividad política y la escritura?  ¿Son mundos similares o muy distintos?

La política aborda la realidad desde la supuesta objetividad (para ello, a veces, recurre a la construcción de relatos que nada tienen de objetivos); en cambio la ficción se sustenta en el verosímil, el escritor no necesita demostrar nada.

Pensado así podríamos aseverar -sin ser determinantes- que se trata de mundos distintos y distantes, en los que podemos encontrar textos literarios que –sin ser panfletarios, sin necesidad de bajar línea- poseen una sensible impronta política y (aunque muy excepcionalmente) discursos políticos con una destacada carga poética.   

 

3- Cuales dirías que son los temas que más te movilizan?

Todo aquello que está dando vueltas en nuestra cotidianeidad me despierta inquietudes que no se tranquilizan hasta que no logro descargarlas en un texto.

Me conmueve el suicidio, me deja varios días pensando qué hace que una persona llegue al borde del precipicio y se tire sin que ni siquiera nos demos cuenta.

Me resulta incomprensible la violencia, el que no podamos entendernos con palabras.

El pasado, y su influencia –como condicionante de muchos de nuestros comportamientos- en el presente, me despiertan curiosidad.

El desarraigo y la idiosincrasia del campamento como fatalidad a la que muchos se sienten condenados, son temas recurrentes que intento desentrañar.

El fracaso colectivo de una sociedad en la que los éxitos personales no tienen un correlato comunitario, ocupa muchas de mis pensamientos.

4- Respecto a la novela Laberinto ¿qué te disparó la idea? ¿Cómo arrancaste a escribirla?

Empezó como una catarsis. Necesitaba vaciar mi cabeza de información que no me dejaba pensar en cosas nuevas. Podría haber concluido en un ensayo o una monografía, pero coincidió con ese momento en el que lo literario empezaba a estar más presente y ello me hizo pensar que, desde la ficción, podía abordar la realidad con más libertad.  

5- Laberinto sugiere algo de muy difícil salida, ¿la historia y actualidad santacruceña es un laberinto constante?

Si bien la manera en la que se caracteriza a la provincia remite a la famosa "habitación cerrada" de Sartre, es decir, al tipo de conflicto que no tiene salida, ello no implica que necesariamente debamos tomar al laberinto como una trampa; todo lo contrario.

Puede entonces que el juego no se trate de cómo salir. Tal vez la cuestión sea dejar de pensarnos como condenados; de reconocer y reconocernos como parte de esta laberíntica geografía patagónica en la que es el laberinto el que nos desafía, el que exige de nuestra capacidad de ingenio para hacer más vivible nuestra existencia dentro del mismo.

6- ¿Por qué en Santa Cruz siempre está el fantasma de "la intervención"?

Tal vez sea porque nuestra vida institucional, que pronto cumplirá sesenta años, en su primera mitad, estuvo signada por la inestabilidad: desde Paradelo, que a raíz del juicio político fue suspendido en su mandato, hasta la fecha, ni los gobiernos de factos fueron inmunes a las conspiraciones y de ello da cuenta el Comodoro Rayneli.

Ello llevó a que me preguntara sí ¿seremos una Provincia?, o estaremos aun, recorriendo los últimos vestigios de lo que fue el Territorio de Santa Cruz, en el que, empezando por Moyano y por casi un siglo, los que nos gobernaban venían designados desde Buenos Aires.

7- Alguna vez dijiste que el arte es una escapatoria a la muerte y a la locura ¿qué podes desarrollar sobre eso?

En el intento de desentrañar por qué nos suceden determinadas cosas, imaginé una realidad en la que el tiempo que nosotros conocemos por la experiencia había sido reemplazado por un tiempo en el que, en lugar de avanzar, dábamos vueltas sobre sí mismo.

Y, como en esa película en las que el personaje se levanta todos los días en el mismo día, el futuro repetía, cíclicamente, el pasado: una realidad en la que el vivir se había vuelto una representación, una farsa; en la que, fatalmente, no teníamos otra alternativa (para sobrevivir) que la de interpretar los roles que otros nos infligían; en la que, el fingimiento como técnica de supervivencia, era la única vía de escape posible.

Eso me hizo pensar en que, tal vez, sea esa realidad la que lleva a algunos al suicidio; a otros a escapar del mundo real hacia la locura; y, a otros, a refugiarnos en la ficción.

Y me llevó a pensar también a la ficción como un espacio creativo en el cual ejercer, sin condicionamientos, esta libertad que nos hace nos hace más persona (y menos personaje).

3- ¿Qué puede aportar la cultura en esta coyuntura?

Las expresiones culturales funcionan en las sociedades, aunque muchas veces no nos demos cuenta de ello, como esas válvulas alivio de presión que tienen los termotanque: evitan que éstas exploten.

Creo que fue Kafka el que dijo que la escritura es más pobre pero más clara que la vida. Y es esa claridad la que se encuentra leyendo texto como el de Flora Rodriguez de Lofredo que en un verso de su poema perfil de viento dice que “Estamos amasados en fracasos, en soledad, y espera. Nos anida la fuerza de una raza que jalona sin pausa la ancha cuesta…”; a el Lobo Peña que asevera en su poema Búsqueda: “Vamos andando como un niño entre lejanas paredes incoloras y es todo soledad, miedo, vergüenza y es todo tan lejano que da frío. Pero debe existir una salida, tiene que haber una puerta en las tinieblas, puede llamarse Amor, Locura, Muerte... Pero debe existir, y eso creo”; o a Curinao que en Otros Animales XXVII dice “La gente entra al mundo desde otros mundos. Una puerta cerrada, a veces, es una pregunta. Una desesperación que nos alumbra. La victoria, al fin, será abrir esa puerta y ver que adentro está todo, todo lo que callamos. El olvido camina en puntas de pie.”

Debe ser por ello que creo que, sí existe una salida, la debemos buscar leyendo a nuestros poetas, los de antes y los de ahora.

4- Algo que quieras decir y no te consulté (en que estás trabajando por ejemplo o algún concepto al respeto) 

Me parece interesante destacar la producción literaria de Santa Cruz y cómo, de a poco se está desplazando esa idea de pensar a nuestra provincia como lugar sin memoria, sin literatura o sin escritores; o cuya única memoria existía, pero sólo en la voz de los otros.

Me resulta inquietante el ver cómo opera en nosotros la idea “de utopía, de ausencia, de no lugar” que alimentaron los escritos de aventureros, diletantes y viajeros.

No digo que todo lo que se publica sea necesariamente literario o que haya que leerlo porque el autor es de acá. Lo que sí creo es que, cada vez que compramos un Best Selllers, deberíamos peguntarle al librero si hay algún libro de autor santacruceño.

Debe ser por ello que me embarqué, con la idea de darle más visibilidad a la producción literaria local, en la tarea de armar una página web con un catalogo literario de autores santacruceños al que se puede acceder mediante el link https://portalcalafate.wixsite.com/catalogoliterariosur?_utm_source=1-2-2

Por otra parte, estoy trabajando en ver cómo celebramos en el 2018 los ochenta años del natalicio de Héctor Rodolfo Peña.

A la vez, estoy corrigiendo una novela (que espero poder publicar el próximo año) y cuentos cortos (que seguramente terminaran en un nuevo libro).

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