A veces, cuando buscas calma, lo mejor es ir hacia la tormenta...
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
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auch!... esa sí que es una verdad llena de filosofía!
ResponderBorrarme la guardo!
gracias.
y me la llevo con imágen y todo a mi blog: La brisa de la vida.
ResponderBorrarla que avisa no roba! =)
Qué buena foto y frase.
ResponderBorrarLa tormenta depura es como una guerra que se libra y después se relaja.
saludos!
de ese pensamiento vendrá el refrán, o dicho popular o lo que sea que dice...después de la tormenta viene la calma
ResponderBorrarPues nunca lo había pensado así, pero ahora que lo dices...
ResponderBorrarBesos mil!!!
Aunque suene contradictorio, es asi.
ResponderBorrarBesos
Puede ser. El tema es que haciendo eso siento que me meto en cada vez mas enrollo.
ResponderBorrarA veces prefiero quedarme quieta.