¿Hola? ¿Con el profesor Bardacci? Si dijo él, que no le gustaba que le dijeran profesor y que no atendía llamadas no identificadas, pero que esta vez –por que ya estaba cansado del reposo médico- atendió y aceptó que le cambiaran el titulo que tanto le había costado lograr. Disculpe que lo moleste, dijo ella, es que… Sintió como si una bocanada de aire invadiera sus pulmones. Llevaba tres días en cama, en los que la fiebre lo había tenido al borde del delirio. Respiró fuerte por su nariz, para darse cuenta que no estaba imaginando lo que pasaba. No, no es molestia. Es que… Se acuerda que le dije si podía llamarlo, dijo ella. Si, dijo él y trato de disimular el temblor que recorría su cuerpo. Quedaron en verse en un café sobre Coronel Díaz y Paraguay. Ella llegó –más abrigada de lo que él la había soñado- abrazando sus carpetas. Lo saludo como si nada hubiera pasado. Pidió un café con leche, dos medias lunas y un jugo de naranja exprimido. El, endulzó su café con sacarina y se quedó contemplándola. Pensé que no iba a atender mi llamada, dijo ella. Pensé en que no me ibas a llamar nunca pensó él, pero sus labios no se animaron a pronunciarlo. Es que estuve un poco resfriado, contestó. Después ella sacó sus apuntes y él se ocupó de aclarar las dudas acerca de Teoría y técnica impositiva II.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
una cita para resolver dudas y que surjan otras nuevas...
ResponderBorrarla fotografía una preciosidad
pienso igual q cordelia
ResponderBorrarCreo que a ella le
ResponderBorrargustaría que el
profesor le resolviera
otro tipo de dudas.
Muy bueno tu olvido VII
Besos
alguien por aqui huele a romanceeeeeee... y esa foto esta muy acorde con una insinuacion, tal como tu relato. que te han quedado perfectas ambas!
ResponderBorrarun abrazote!
Bonito relato e impresionante foto!
ResponderBorrarCon esa fotografía, las dudas se aclaran fácilmente...
ResponderBorrarbesos, Monique.
Y... siempre hay tiempo para "clases particulares"...
ResponderBorrarAbrazo!
Con un cielo tan abrumador todo es posible...
ResponderBorrarUn abrazo