Decidió no hacer el viaje de egresados, para ahorrar esos pesos y destinarlos a cubrir parte de los gastos que le significaría trasladarse a la capital. Los cuatro años que cursó la carrera, no fueron muy distintos, cada vez que en su mente aparecía una invitación para hacer algo diferente del estudio, se sacudía la cabeza y despejaba así las tentaciones que la gran ciudad ofrecía en múltiples envases. Todo ello pensando en el futuro, cuando te recibas mariana, se decía a si misma, vas a viajar por el mundo y la imagen de estar acompañando a un grupo de selectos turistas en un crucero por el caribe, era el mejor bálsamo que mitigaba los momentos de duda o desanimo.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Mariana nos deja un buen testimonio de como es que deben dejarse cosas de lado si es que se quiere llegar...
ResponderBorrarUn saludo para vos
Esta poniendo muy interesante la historia, no se si debiera preguntar pero es real? Yo igual disfruto de las fotos y lo escrito me dejan escaparme en la imaginacion por un momento ^^)
ResponderBorrarUn saludo
sacrificio continuo...
ResponderBorrarToda carrera tiene sus momentos de duda y desánimo...
ResponderBorrarSaludos!
Eso es lo que necesito, ponerme una meta, una recompenza, en verda la necesito, me abriste los ojos O_O
ResponderBorrarCuando uno hace algo que parece un sacrificio, creo que en el fondo no es tanto sacrificio, sino el placer de hacer lo que realmente uno quiere, que es mucho mas importante que lo que se deja de lado.
ResponderBorrarsaludos
Todos hemos querido tirar la toalla alguna vez...
ResponderBorrarMe encantó la foto.
Un besito