Amar es una decisión. Parece una afirmación y en parte lo es, pero lo escribo desde la interrogación. Desde la idea de que el amor enceguece, anula y nos vuelve un poco irracionales. De chico, crecí en la idea del amor a Dios, que nos exigía fidelidad a sus preceptos. Un amor, si se quiere, un poco perverso, que nos amenazaba con castigos inconfesables para los que nos dejáramos tentar por los deseos terrenales. Después vino el amor a la patria y a la bandera, amor loco si lo habrá. Juráis defenderla hasta perder la vida y algunos miles de mi generación, la perdieron. Pasé parte de mi infancia y de mi adolescencia con esa idea de amor. Lo demás era sacrilegio. Tal vez sea por eso que nos acostumbramos a ocultar nuestros deseos, a disfrutar a escondidas, a dejarnos invadir por la culpa cuando nuestra imaginación nos proponía ir más allá de lo convencional.
Cada vez suena con más fuerza el concepto. Cada vez más expertos consideran al Agua como un commodity y como cualquier otro producto susceptible de comercialización tiene un valor de cambio marcado, como es lógico, por la facilidad de acceso que se tenga a ella en la región en cuestión. Los países productores de alimentos (granos y carnes) como Argentina, “venden” agua a través de sus productos exportables. Puntualmente, la agricultura, es la actividad que insume el volumen más alto de agua dulce, Según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el agro consume el 70% del total extraído. Por eso, uno de los principales objetivos de la Agricultura del futuro tiene que ver con optimizar la productividad de cada gota de agua destinada a los campos. Esta semana, en Córdoba se desarrolló el XVIII Congreso Nacional CREA 2007 . Más de 2000 productores, dirigentes, técnicos y empresarios se reunieron para debatir y reflexionar sobre diversos puntos, entre e...
Parece que a más de uno se nos dio por hablar de amor. Por suerte yo, algún día me di cuenta, y ahora lucho por no esconder mis deseos ni amar a nadie ni a nada de una forma que no me sea natural. A veces fracaso, claro. Saludos.
ResponderBorrar