En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse. Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno. Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común. La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente. Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad. En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...
El mundo puede esperar, de hecho supongo que espera... el mundo en general.. quizàs en un deseo comùn o casi comùn de hacer al lugar màs pacìfico.. A veces siento que yo no puedo esperar, que necesito eso de salir y pescar, de encontrar un espacio abundante en naturaleza pero internamente me siento sumergida en la rutina y a veces sofoca, asi como decias vos de la ciudad... y coincido.
ResponderBorrarUn abrazo, cuantas imàgenes para descansar en tu blog!
Vero.
Justo de eso trataba mi cena de anoche, yo no se esperar...es cuestion de ejercitar la paciencia me dijo una amiga...
ResponderBorrarLindo!